El domingo que jugaba el Málaga con el Sevilla, nos reunimos con sevillanos en madrid, pa tomarnos unas cañitas.
Que seamos rivales deportivos en el terreno de juego, no significa que no puedan ser amigos.
Esta vez no se cantó eso de: "Sevillano, er que no bote es, eh" Esta vez botamos juntos. (y no a Simancas)
Nuestra pancarta estuvo en la Rosaleda, justo al lado del marcador de Fondo.
Los bokerones que estaban en madrid fueron a Frutos a ver el partido que ganamos por 2-0. Por la mañana, y eso era más importante, habíamos ganado todos.